martes, 30 de diciembre de 2008

Querido Miguelito

Querido Miguelito (dos puntos y aparte)
Hace años que te busco con un único propósito: devolverte el triste favor que me hiciste hace ¿veintitrés años? Algo así, sí. Aquel día en el patio del recreo cuando te empeñaste en demostrar que los únicos reyes a los que he respetado en mi vida no eran más que fruto de mi imaginación y la visa de mi padre.
Sí, Miguelito, aquella mañana lograste hundirme. Te lo perdoné cinco años después cuando los cotillones y los niños de chaqueta sustituyeron al trío de Oriente en mi imaginario, devolviéndome la ilusión por las fiestas navideñas. Olvidé, pues tu traición durante varios años.
Pero ahora, cuando mi Navidad se reduce a borracheras de trabajo, comilonas familiares y desvaríos diversos con los amigos me he propuesto encontrarte para obligarte a acompañarme en una de esas noches de exceso en las que acabo vomitando hasta el último langostino a cuenta del alcohol de garrafa que, a 10 euros el buchito, despachan en los bares de moda. Entonces te arrepentirás de aquella cruel afirmación y tendrás que disfrazarte de Baltasar (en eso también he crecido y lo del negro me pone más que los barbudos) y dejar de madrugada en mi casa los presentes que espero desde hace veintitrés años cuando taché mi carta entera, a cuenta de un remordimiento de conciencia horrible, tratando de resarcir a mis padres de años de barriguitas, nacys y clics.
Atentamente (coma) se despide (centrado y en cursiva) “Tu ya sabes bien quién”

domingo, 14 de diciembre de 2008

Josefa y el imperio de la Coca-cola

Cuando te despides de ella siempre responde igual. “Adiós y buena suerte”.
Cuatro palabras que ponen fin a las tardes de escapularios y limpiabocas. Así llama Josefa a los refrescos de Aquarius y a las servilletas de la cafetería del geriátrico donde vive los últimos años antes de llegar a su primer siglo de existencia.
“Yo no sé la palabra”, dice cuando su hija le recuerda el nombre del famoso refresco. Como si Josefa supiera algo de bebidas isotónicas o del emporio de la Coca-cola. Como si para ella existiera alguna diferencia entre una servilleta áspera, un clínex o cualquier otro útil hecho a base de celulosa. Al fin y al cabo todos están pensados para limpiarse la boca.

Algo que Josefa repite sistemáticamente antes de empezar a cantar “La falsa monea”. Una coplilla que repite para propios y extraños cada tarde de domingo ante su escapulario burbujeante. Porque Josefa, además de madre de siete hijos ha sido siempre muy aficionada a la copla. Claro que a estas alturas de su vida sigue siendo tan madre como entonces, pero su afición se reduce a eso, a la copla, que no a las coplas, y sólo es capaz de poner en pie la letra “que de mano, en mano va, y ninguno se la quea’”.
Como la suerte, que circula entre quienes la conocen, aunque pocos se la queden.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Teodoro se ha vuelto a enamorar

Teodoro se ha vuelto a enamorar. No ha querido seguir mis consejos ni escuchar los avisos en forma de alarma silenciosa que lanzaba su materia gris y se ha dejado llevar por las hormonas y la melancolía, así que ha rehecho su vida. Ha dejado de ser un golfo para convertirse en un señor serio y responsable. Se ha cortado la melena y se ha convertido en un hombre calvo. Ha dejado el gimnasio y se ha dado a la cerveza para cultivar, como dios y la ley del maridito perfecto mandan, los abdominales.

Pero, mira, que con todo me alegro por él. No sé por qué, pero ahora despierta a su paso un instinto de ternura irremediable para cualquier mujer. Antes inspiraba misterio. Es lo que tienen los solteros a partir de cierta edad, que son capaces de sacar de ti el instinto de amazona y te dan unas ganas horribles de salir a la caza y llevártelo como trofeo a casa o la cama, eso va según las ganas de compromiso de cada una. Las hay incluso que cuelgan sus cabezas en el salón para que haga bonito con la marina que le regaló la tía Puri en la boda.

Pero ahora, no. Desde que puso un punto y seguido a su vida, Teodoro no es la fiera a batir; es más bien el animal moribundo al que te dan ganas de ayudar porque de chiquita quisiste ser veterinaria y seguro que si lo mimas y le curas un poquito te será fiel y te dará cariño por los siglos de los siglos. Entonces ya no lo quieres de trofeo, ya te apañas con hacerte un par de fotos con él para que la tía Puri vea que eres una chica buena capaz de tener amigos sin necesidad de que vean las sábanas de tu cama que ella tan adorablemente bordó para el ajuar.

Así, cuando Teodoro rehace su vida de camino hace un favor, o no, a todas las amazonas y tías Puri del mundo, que ahora viven felices tomando café en el saloncito decorado con fotos de animales dóciles en lugar de cabezas de fieras… con lo bonito que hacía.

martes, 4 de noviembre de 2008

Albóndigas asesinas

Sabía que iba a pasar. No la estaba cuidando lo suficiente y al final ha decidido vengarse de mi indiferencia. Lo hizo como sólo ella sabe hacerlo, en silencio, por sorpresa, cuando menos lo esperaba y cuando había bajado la guardia.

Haber sustituido su compañía por farsantes en forma de precocinados hizo que mi cocina me escupiera todo su odio en forma de aceite hirviendo sobre mi cara. Sobornó al sofrito para la salsa de unas albóndigas y él se encargó perpetrar la venganza. El día elegido, el sábado por la mañana, cuando por fin había decidido recuperar nuestra relación abandonada por falta de tiempo. “Excusas, si me quisieras encontrarías el momento de tocarme”, me dijo cuando le pedí explicaciones.

He decidido perdonarla. Afortunadamente la convencí para que no siguiera disparando y las albóndigas no acabasen convertidas en proyectiles mortales sobre el alicatado de mi hipotecado hogar. Le expliqué que los precocinados no están tan mal, que tienen su punto si les dejas que se expresen. Lo ha entendido y ha vuelto, como siempre, a permitirme mandar y organizarme como buenamente me parece, sin pedir explicaciones. Creo que me he enamorado. Quizás le proponga hacer un trío y montárnoslo con el microondas.

jueves, 16 de octubre de 2008

Internet es para frustrados ¿y qué?

- ¿Tienes algún blog?
-Yo odio internet. Ni siquiera abro el mail. Los blogs son para escritores frustrados.
- Bueeeeeeeno.
- ¿Tienes un blog? Vaya, lo siento. Quería decir que…
- Soy una escritora frustrada, pero no te preocupes también tengo una verruga en la mano y no la escondo.
- Mujer, no quería ofenderte
- Que no lo haces
- Ya, pero ahora vas a sentirte frustrada
- Que yo no me siento; yo SOY, pero no te agobies más por mí que te van a salir arrugas y vas a quedar mal en las fotos de la promoción de tu nueva novela y los de la editorial se van cabrear. Al fin y al cabo ellos siguen vendiendo tu imagen de joven rebelde y las patas de gallo no te quedan bien.

(Este es el relato ficticio de una conversación real)

miércoles, 8 de octubre de 2008

La madre que nos parió

Me van a permitir que por una vez (bueno, en realidad han sido muchas, pero eso ustedes no lo saben) me pase mis principios por el forro y les cuente una historia tan real como que los meñiques de pies son la cosa más inútil de mi cuerpo.

Es la historia de dos mujeres que no se conocen, que a simple vista sólo tienen en común su reducida estatura y su sonrisa entrañable, y a las que tengo el placer de considerar amigas.
Laura tiene 24 años, Alicia, 36. Laura no acabó el BUP; Alicia es toda una titulada universitaria de carrera y máster.

Hasta hace poco, Laura era la empleada del mes en el pequeño comercio en el que trabajaba. Despachaba jabones y pinturas a manos llenas engordando cada tarde la caja de su jefe. Alicia también vendía, aunque en su caso los pagos no salían del monedero porque los viajes por el mundo se suelen pagar con tarjeta, pero el resultado era el mismo: una cuenta de resultados que engorda gracias al trabajo bien hecho.

Hoy las dos están en el paro. Laura quiso tener un hijo y lo perdió. Al regresar a trabajar después de una semana de baja la invitaron a marcharse. “Estamos seguros de que volverás a intentarlo y no nos interesas embarazada”, rezaba su finiquito. Alicia, que ya tiene uno, decidió cambiar de ciudad y andaban buscando trabajo cuando le dijeron “Nos encanta tu perfil, pero… esto…. ¿vas a tener más niños?”.

Ahí lo tienen y que cada cual piense lo que quiera.


A mí, de momento, se me viene a la cabeza una imagen. Bueno, en realidad, me viene a los ojos cuando los cierro y me da un poco de susto, pero claro, yo siempre he tenido mucho de histérica.

Todo ocurre en un colegio. La seño pregunta sólo a las niñas:

- A ver, guapas, ¿qué queréis ser de mayores?
- Yo, bombera.
- Yo, médica
- Yo, maestra
- Yo, periodista
- Yo, científica
- Yo, mamá
- Perfecto niñas. Ahora las cuatro primeras poneos en esta fila. La última puede volver a sentarse. A vosotras, pequeñas, van a venir a veros unos señores muy simpáticos con unas agujas muy grandes y os van a extirpar el útero y los ovarios. No duele, pero es la única forma de que podáis conseguir lo que queréis. Y mientras esperamos, niñas, abrid el libro de sociales por la página 15. Hoy estudiaremos la lección: “Cómo olvidar que a ti también te parió tu madre”.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Una revelación socioeconómica a base de legañas

He tardado en darme cuenta, pero hace unos días tuve una revelación y por fin he comprendido cuál es la verdadera diferencia entre los ricos y pobres de esta década del cero. Cierto es que el secreto se me descubrió a eso de las siete de la mañana con un café, un cigarro y las legañas sin despegar, pero algo me dice que no es tan descabellada la idea.

Es una cuestión sencilla. Si usted es pobre con toda probabilidad sólo buscará en las páginas del diario un índice. Se llama Euribor y es el primo de un señor antipatiquísimo que cada cierto tiempo se pone delante de las cámaras para decir que su familiar ha tenido que engordar o crecer para paliar la crisis. El primo antipático es el director del Banco Central Europeo y se presenta casi siempre como un salvador y te vende la moto de que si hay hormonar al Euribor para que crezca es por su bien y la paz mundial. Entonces a usted le vuelven a crecer unas cuantas canas y empieza a despedirse de las cañitas de domingo en el bar de abajo.

En cambio, si usted es un contribuyente rico (si es que eso es posible) no conocerá ni de vista a estos dos primos internacionales, tendrá garantizadas las cervezas con gambas de cada fin de semana y será íntimo de otro índice pero nacional: el IBEX 35. Este si lo hormonan y crece suele llenar de alegría al personal, pero si baja como ocurre últimamente provoca una reacción inmediata: usted se acuerda inmediatamente de Leman Brothers y particularmente de la mother que los parió.

Lo único que nos acerca a pobres y ricos en los últimos tiempos es que tanto unos como otros andamos bien jodidos por la dieta diseñada para los dos índices de nuestros sueños y pesadillas. A alguien le ha dado por engordar al euribor y por lograr que el Ibex se quede en un suspiro. Resultado: todo dios al borde del infarto, incluido el dueño del bar de la esquina al que se le acabará por agriar la cerveza y morir de pena las gambas.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Ojos que no ven, cuernos que te ahorras

Rosa cumplió ayer 92 años y a ella el alelo 334 le trae al fresco.
- Que sí, abuela, en serio, que unos científicos muy importantes han descubierto que los hombres tienen una cosa dentro (cualquiera le explica a estas alturas lo que es un gen) que los hace infieles por naturaleza.
- Ya ¿y?
- Leche, abuela, que los pobres no tienen la culpa.

A Rosa, que no tiene fuerzas para soplar las 92 velas de una tarta, le importa bien poco la predisposición genética a la infidelidad. Ella, que antes de enviudar hace cosa de 4 años pasó 6 décadas con su marido y asegura que nunca se fueron a dormir enfadados, es una convencida de que ojos que no ven, cuernos que te ahorras.

- Ya abuela, pero ahora lo moderno es contárselo todo. Es una cuestión de confianza.
- Claro, hija, claro. Eso es ahora, pero antes nos gustaba vivir felices. Y dices que eso que han descubierto ¿qué era?

La abuela tiene pérdidas de memoria a corto plazo, hay que entenderla

- Pues resulta, que hay hombres que tienen que ser infieles porque es su naturaleza
- ¿Y eso se opera, chica?
- No abuela, eso no tiene remedio.
- Pues, nena, míratelo no vaya a ser que tengas el bicho
- Abuela, que son los hombres.
- Pero estamos hechos de lo mismo, niña.
- No abuela, es diferente.
- Ya, claro. ¿Y tu marido, dónde anda?
- Trabajando, abuela, ya sabes que él sale siempre tarde de la oficina.
- Claro, con los hombres ya se sabe…
- Abueeeela, que está trabajando
- Eso, hija, los hombres, que les gusta tomarse la copita antes de cenar.
- Que no
- Ya.
- Felicidades, abuela.

lunes, 1 de septiembre de 2008

De mayor quiero ser Isidoro

He tardado varias décadas, pero por fin he descubierto qué quiero ser de mayor. Lo he sabido esta misma mañana cuando he llegado a la sección de economía del diario. Yo quiero ser Isidoro Álvarez; vamos, que quiero ser un señor muy serio que posa para la prensa con cara de funeral de Estado antes de entrar en la junta general de accionistas de El Corte Inglés para decirles que la cosa se está poniendo muy malita (“tenemos ante nosotros un horizonte muy complejo”, dijo) porque este año las ventas sólo han crecido un 4,7% y sólo hemos abierto cuatro centros nuevos.
Ahí está el tío. Vamos, que no le llega la camisa al cuello por la crisis. Y yo creyendo todavía en la infalibilidad del banderín verde. Porque, vamos a ver, si alguien ha leído La Caverna de Saramago sabrá de lo que hablo. Un centro que se extiende y crece hasta abarcarlo todo y anular al común mortal ¿puede entrar en crisis? Pues oye, que se ve que sí.
Pues a pesar de todo yo quiero ser Isidoro porque me da que este hombre no es un millonario sin escrúpulos que paga una miseria y explota dependientas. No, Isidoro se preocupa por las familias y sus bolsillos, según parece. Y yo de mayor quiero ser un alma caritativa como él y así cuando por las mañana acabe el café y cierre el periódico no tendré que volver a la cola de la administración de loterías a echar la Primitiva, que por cierto parece que ha crecido en ventas un par de puntos más que El Corte Inglés. Eso, señores, también es por la crisis.

lunes, 25 de agosto de 2008

El regreso

- Toc, toc.
- ¿Quién es?
- Correos
- Un momento, por favor. (Carrera de 50 metros lisos hasta el dormitorio, medalla de oro en colocarse algo decente antes de abrir la puerta; bronce en limpiarse las legañas)
- Ya estoy aquí, disculpe la tardanza
- No se preocupe, es habitual en estos días de vacaciones. Le traigo una notificación de la “cosa pública”.....
Ea, el moreno trabajado durante todo el mes de agosto a tomar por culo nada más abrir un triste sobre. Una multa ha tenido la culpa de que mi espectacular bronceado logrado a base de sudor y lágrimas me abandone más rápido que un desodorante de marca blanca.
Una que vivía feliz su último día de letargo estival abandonada al dulce placer de la vagancia y llegan estos que mandan a devolverla a la realidad de la forma más cruel e inhumana posible. No han esperado ni a la cuesta de septiembre. Qué crueldad, vamos ni los rusos abandonando Georgia lo han hecho peor. Resultado: paseo hasta la oficina bancaria, pago con los últimos ahorrillos del mes y hasta el año que viene.

Quedan once meses de duro camino, odio infinito hacia la Administración y rutina agotadora para volver al placentero estado de no hacer nada. Resistiremos.

jueves, 31 de julio de 2008

El tamaño importa y el volumen, también

Definitivamente esto de la moda es una cuestión de volumen. Más espacio ocupas, más vales. Ellos ganan su trocito de gloria en la fashion comunity a base de hinchar hasta el infinito gemelos y pectorales. Ellas, a base de protésis de silicona y así hasta que entras en un bar de moda y descubres que no hay espacio para ti.
No porque uses chanclas en lugar de taconazos de aguja. No porque tu cuerpo hay decidido seguir a pies juntillas la ley de la gravedad (que digo yo que si cayó la manzana ¿no lo iba a hacer el resto?). No porque tu modelito de sábado noche te haya costado menos que un café y media en un céntrico bar de la ciudad.
NO. Es que literalmente no cabes entre tanto volumen artificial. Y ahí es donde empiezas a buscar soluciones con el único y sencillo objetivo de alcanzar la barra para poder respirar y entonces descubres tu vocación de amazona dormida en lo más profundo de ti. Das un par de puntapies con tus chanclas y desestabilizas a un par de silicónicas; anuncias a grito pelón que acaba de entrar en el bar la troupe al completo de Pressing Catch y te quitas de en medio unos cuantos dopados. Así, un par de codazos más y……………. bien,alcanzamos la meta. Un havana con cola y observas que tu modelo de rebajas se ha quedado hecho unos zorros, quemaduras de cigarros incluidas, que a tus chanclas les faltan un par de tirillas y que te has quedado sola porque tus amigos decidieron directamente no entrar en el bar.

viernes, 25 de julio de 2008

Agradecida que es una…

Dice mi madre, que decía mi abuela que decía la suya que es de bien nacido ser agradecido (entonces no se estilaba lo del nacido/a). Así que lo diré, ¿alguien ha visto el cambio de look de la cabecera de este cuadernillo virtual mío? Sí, hombre, la enigmática imagen de ahí arriba. Pues el autor es Pedro Peinado, un diseñador, artista y bloguero cordobés y cumpliendo con la tradición familiar: Gracias, Pedro. Un honor, esto de que mi blog esté encabezado por una imagen tuya.
Y para quien no lo haya descubierto, ahí va la dirección de su libretilla en la red: htt://www.minimeces.blogspot.com

jueves, 24 de julio de 2008

Princesas sin orgasmos y sexo extraterrestre

Paradojas tiene la vida y contradicciones como puños, la programación televisiva. Lo mismo le das a un botón y te encuentras a una bella princesa que, a cuenta de perder un zapato, encuentra marido y pisito, todo por el mismo precio (en antena 3 una noche cualquiera como la de ayer), que pasas de canal (en la 2 de TVE a la misma hora) y te sale otra princesa, algo más grunge, sorprendida de disfrutar de su primer orgasmo a los cuarenta y pico, madre de familia y todo.
Y claro con esa esquizofrenia comunicativa y mensajes contradictorios una se lía. ¿me suelto las chanclas a ver si pillo como Drew Barrymore un príncipe azul o, mejor, me hago la desesperada como Marcia Cross (Bree Hogde, en la serie) a ver si un orgasmo acaba con mis principios republicanos?
Ummmm. Me da que ni lo uno ni lo otro.
Si imito a la primera a lo mejor acabo metiéndome un pico con un extraterrestre cabezón, porque ET es más real que cualquier príncipe azul, por mucho que le duela a la factoría Disney.
Y, claro, asumir el papel de la segunda resulta del todo imposible. Para empezar, mis principios republicanos tienen poco que ver con los suyos y para terminar, una ya hace tiempo que descubrió las bondades de soltarse la melena y disfrutar del sexo.

Conclusión: daré una vuelta por ahí con los zapatos bien ataditos y busco un anarquista verde con el que perder los ideales.

miércoles, 16 de julio de 2008

La cueva

Pasaban de las dos de la tarde cuando el intrépido Johnny se adentró en aquel inhóspito cubículo. Iba ataviado con todo lo necesario y empuñaba el arma necesaria para no correr peligro. Le temblaban las rodillas al ver cómo los extraños seres se movían entre la masa. Los aullidos ensordecedores de los jefes de la tribu lo acobardaron hasta el extremo de estar a punto de abandonar. Había pasado toda la mañana sopesando los pros y los contras de dar aquel paso y ahora, cuando llegaba la hora de entrar, giró sobre su cuerpo y trató de huir, pero entonces oyó alto y claro el grito de su jefa:
- Juanito, tira pa’ dentro que nos quedamos sin mesa. Juan ¿te has quedao’ tonto o qué?
- Ay, cariño, es que no me atrevo.
- Pero bueno yo creo que este hombre se ha vuelto loco. A ver, coge a los niños y los cubos y deja la sombrilla en el suelo que ya paso yo.
- Señora, sin empujar ¿No ve el jaleo que tenemos?
- Ya lo veo, pero que si bajan la voz seguro que no tienen tanto. Venga, mesa para cuatro, sardinas y paella para todos, que tenemos hambre y los niños no me aguantan.
-Lo que mande, doña. Allí, en la mesa del fondo.
-Vamos, Juanito, pasa que nos han dado la misma mesa que ayer. Y a ver si hoy no lloras si al camarero se le cae la cerveza encima de ti, que total ya pedimos otra camiseta al banco cuando firmemos la póliza nueva.

martes, 8 de julio de 2008

La Web Important People

Las cosas que tiene esto de internet. Navegando, navegando a las claritas del día me encontré con la lista de los españoles más citados en la red, la Web Important People. Y claro, me zambullí de pleno al rápido cotilleo para ver al primero y al último, porque es así primero y último, que los hombres hasta para esto son mayoría. Como lo son los deportistas, algún político y los cantantes. No busquen escritores, que no aparece uno hasta el puesto… Ni lo sé. Lo confieso, me aburrí de ver la lista en el 200, curiosa plaza ocupada por De Juana Chaos, por cierto que sólo está ciento y pico por debajo de Juan Carlos de Borbón. Y piense usted ya si quiere en la desintegración del concepto España o en los contubernios judeomasónicos, que al caso parecen lo mismo.

Pues eso, que el Top 100 de famosos en la red es un curioso pastiche de futbolistas, cantantes, algún actor porno y tres o cuatro diseñadores de moda y lo mejor, un blogger, Alberto Álvarez Perea, que aunque ocupe el último puesto del ránking prueba que la red tiene ese punto libertario que eleva al pobre a la cima, aunque sea por debajo de personajes como Lara Dibildos o Rebeca Loos. Lástima que todo sea tan virtual.

miércoles, 25 de junio de 2008

La carne de hombre duele más

Pasaba yo por el hospital un día, por casualidad, no se asusten, y observé dos enfermos. El uno en masculino, la otra en femenino. Me detuve ante ellos y observé con atención las idas y venidas de la enfermera que cubría el turno de tarde y que diligentemente atendía a las peticiones del uno y de la otra. Una, que es de letras, no está acostumbrada a aventurar conclusiones científicas, pero aquel día de la observación empírica logré resolver una duda antigua donde las haya. No es que los unos sean peores enfermos que las otras; no es que los unos se asusten más que las otras ante la adversidad; no es, ni tan siquiera, que a los unos les alivie más quejarse que a las otras; es simplemente, que la carne de hombre duele más que la de mujer.

martes, 10 de junio de 2008

Ya está aquí el tío ‘la crisis’

Ay, qué miedo más grande me ha entrado. Estoy que no me hallo esta semana. Me levanto por las mañanas y no me atrevo a darle al dichoso botoncito. Al final, caigo en la tentación (yo, por mucho padrenuestro que haya rezado, se ve que no me oye ni dios y me dejan que caiga en todas las tentaciones del mundo). Bueno eso, que caigo y le doy. Y ahí empieza mi tortura.
Conexiones en directo con la frutería. No queda ni un tomate. Dan paso a la gasolinera, ni un triste mililitro para el depósito de mi coche, que por supuesto sigue gastando gasolina de 95 octanos, de la de la prehistoria, vamos. Luego toca el turno de la pescadería y ahí ya el locutor se pierde. Cierre por decreto. Ni un triste boquerón.

Y ya me tiemblan las piernas. Con lo bonita que es mi tarjeta. Es que soy gafe. Consigo que el banco me de por fin una de esas de supercliente y ahora no sé dónde gastar. Pero si hoy el periódico ha llegado a las doce al kiosko. Si Zara no renueva esta semana. Yo, la consumista mayor del reino me voy a tener que encerrar ¿a leer un libro?

Uff, ya me da la crisis otra vez y el de la ambulancia en la cola del surtidor.

jueves, 5 de junio de 2008

Una de libros

La venta de libros estancada desde 2002 amenaza a los pequeños libreros. Los beneficios, en el mejor de los casos, sólo alcanzan el 3%. (El país. 6 de junio de 2008)

-Buenos días ¿tiene usted el último del chico este… sí hombre, el catalán que escribe historias de misterio o algo así?
- La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón
- Uy, yo que sé. Será ése.
- Un momentito que se lo busco, a ver si le suena la portada….. Aquí está.
- Jóder, menudo burraco. No sé yo si… ¿Cuánto cuesta?
- Esta edición 29,50 y la otra 22 euros.
- La leche ¿No tendrá algo más ligerito? Es que yo siempre ando mal de tiempo para leer y claro, este es tan largo. Vamos que ni el Quijote escribió tanto.
- El Quijote lo escribió Cervantes
- Bueno, ése mismo, pero que también le gustaba darle a la tecla.
- Hombre, Cervantes a la tecla me parece que no le dio mucho
- Ya. Pues eso, que si no tiene usted nada más ligerito.
- Enfrente, junto a los libros de texto, tiene usted las ediciones de bolsillo que siempre salen más apañadas de precio.
- Pues voy a echarle un vistazo.
- Vaya por dios, creo que tendré que cambiar el expositor de bolsillo. Si lo dejo tan cerca de la puerta, al final se me escapan todos.

Índice cero

Aquella mañana, Santiago supo que todo había terminado. Un año después de que el Ministerio de Salud prohibiese fumar en el trabajo ya habían muerto todos los compañeros que durante esos meses le habían acompañado en la puerta de la oficina. Hoy era su día. Mientras daba la última calada, el ministro se frotaba las manos en su despacho. Índice cero. Ni un solo fumador en el país. Controlar el negocio del tabaco había tenido sus ventajas. ¿Cómo no se habían dado cuenta antes? Bastó incluir aquel ingrediente fatal para acabar con todos.

Canción del Mariquita

El mariquita se peina en su peinador de seda.
Los vecinos se sonríen en sus ventanas postreras.
El mariquita organiza los bucles de su cabeza.
Por los patios gritan loros, surtidores y planetas.
El mariquita se adorna con un jazmín sinvergüenza.
La tarde se pone extraña de peines y enredaderas.
El escándalo temblaba rayado como una cebra.
¡Los mariquitas del Sur, cantan en las azoteas!

Federico García Lorca

CABALGATA
Mariquita, maricón, guei, julai, nenaza, sarasa… Luis enumeraba la lista de calificativos que durante cuatro décadas habían acompañado a su nombre en boca de sus compañeros de clase, de sus vecinos, de los parroquianos del bar donde solía tomar el aperitivo cada domingo, y entonces recordó el peor de todos: miserable. Lo oyó el día que se probó la peluca de bucles de su madre y lloró como lo hubiera hecho la mismísima Shirley Temple.
Hoy llevaba otra peluca, azabache y adornada con una enorme flor blanca. Hoy era su gran día. Hoy no era Luis, hoy era Lulú, la reina del Día del Orgullo Gay.
Desde su carroza sonrió y bailó para quienes la saludaban desde las ventanas. Entonces fijó su mirada en los ojos de aquel viejo triste. Desprendió la flor de su peluca, la besó y la lanzó hasta caer en manos del anciano que un día arrancó sus lágrimas.

Poeta

En su bolsillo guardaba aún el paquete que aquel viejo guardia le había regalado la noche anterior. Ya empezaba amanecer cuando Federico sacó el último cigarrillo de su chaqueta. Mientras lo encendía recordó los amaneceres en el Albaicín, las tardes en el Empire State, las mañanas de café, los versos, los caminos, La Habana… Dio la primera calada. El humo no salió, apagado por una ráfaga de disparos en aquel paredón.

La fiesta

Media hora, sólo 30 minutos y todo habría terminado. Ya estaban dentro con sus mejores galas todos los indispensables cuando sin esperarlo apareció aquella figura enorme que deshizo la fiesta de un solo golpe. Escogió a unos cuanto invitados y los elevó fuera. Luego, algo oscuro, y una voz. Mamá, esta vez, te has superado. Son las mejores lentejas que he comido.

El olvido

El lunes, Juan; martes,…. nadie; miércoles, ¿Juan otra vez?; jueves y viernes, nadie; sábado, Carmen, una de mis nietas, hija del mayor, Pedro. Rosa terminó el recuento que el médico le recomendó para ejercitar su cabeza cuando se dio cuenta de que era domingo y volvía a pasar sola la tarde en el geriátrico.

Comida de viejas

El fogón seguía encendido cuando sonó el teléfono. Agustina escuchó atenta las explicaciones del oficial de la Guardia Civil y volvió rápidamente a la cocina. No iba a permitir que una llamada le estropeara las lentejas que cada lunes preparaba para sus nietos. Al fin y al cabo él acababa de morir en el accidente. Ya no había prisa. Pasaría por el cuartelillo después de la siesta,la primera que echaría en paz en mucho tiempo.

miércoles, 4 de junio de 2008

Goodbye América. Hello Oksman


Soy consciente de que llego con retraso, pero el martes descubrí 'Goodbye América', el documental dirigido por Sergio Oksman y producido por Elías Querejeta, en el que Al Lewis (el abuelo de la Familia Monster) cuenta la historia más reciente de EEUU. No recuerdo haber visto un trabajo así. No sólo me sorprendió descubrir que el personaje gamberro de los Monster fue en realidad un pacifista y un activista de izquierdas en el país más conservador y belicoso de cuantos existen; me sobrecogió la magistral realización y montaje de una historia bien contada y no quería dejar de decirlo.


Absolutamente recomendable.

lunes, 2 de junio de 2008

Perdidos en el Amazonas

Acaban de descubrir para sorpresa de la comunidad científica una tribu virgen en plena selva del Amazonas. Una sociedad organizada de manera primitiva que recibió a los antropólogos a flechazos contra los helicópteros que trataban de fotografiarlos. No lo consiguieron claro y ahora la ciencia, tan digna, meterá sus zarpas destruyendo la originalidad de esa forma de vida. Ahora la tribu se convertirá en objeto de estudio, sus hombres y mujeres en cobayas de laboratorio y su organización social en pieza de museo.
Y digo yo ¿qué importará saber a estas alturas cómo vive esta gente? Una que de antropología sabe lo mismo que de física cuántica cree que casi casi seguro que los últimos del Amazonas no pagan impuestos; no padecen estrés; no inventan guerras; no asesinan por dinero y mucho menos se preocupan de saber cómo se gana la vida o con quién se acuesta el vecino.
Por si acaso la ciencia sigue insistiendo en estudiarlos, me ofrezco voluntaria para pederme en la selva. Ya les mando yo unas fotillos con mi móvil. Uy, no, que seguro que me quedo sin batería o sin cobertura.

viernes, 30 de mayo de 2008

Suena Danza Invisible

Tú y la naturaleza, estáaaais perdidas. Suena en este momento el estribillo de Danza Invisible y me acabo de quitar más de diez años de encima. Qué bueno que una canción pueda devolverte a los años sin problemas ni preocupaciones. Cuando tu mayor duda era si optar por la mini o los vaqueros para el sábado noche. No como ahora, que las cartucheras reducen las opciones a una: mejor chándal y anchito que no se note que los anticelulíticos son una gran mentira.

En fin, gracias Ojeda por mantener mis sueños de SuperPop mínimamente vivos.

Ellos las prefieren castas


"Golfa sí, puta no, porque las putas cobran". Esa fue la respuesta de una amiga a un personaje que la acusó de ser algo ligera de cascos. Nueve palabras para resumir toda una filosofía de la vida y un ejercicio de sinceridad que, al menos, a mí me parece digna de reseñar en cualquier agenda de citas.

Porque ¿alguien lo duda? La que es golfa lo es y no engaña a nadie, pero eso no hay quien lo acepte en esta sociedad tan hipócrita como tradicional. Aquí nos reímos de "Sex in the city", siempre que no sea nuestra novia la que haga de Samantha, porque eso de la promiscuidad no le gusta a Rouco ni a mi vecino del quinto. Al primero ya le salió la sobrina díscola en Interviú y al segundo hace años que su mujer le pone los cuernos pero él prefiere no hablar del asunto.

A ellos, está demostrado, le gustan puras y castas. Las golfas son para un ratito, para una noche de copas o dos o tres, pero no para levantarse con ellas.

La golfa les hace reír, la casta los convierte en hombres serios hechos y derechos

La golfa los pone cachondos, la casta los pone más derechos que una vela, listos para comerse el mundo

La golfa es una compañera, la casta una segunda madre porque ellos, en el fondo, siguen necesitando quien les dé seguridad y aguante.