Tú y la naturaleza, estáaaais perdidas. Suena en este momento el estribillo de Danza Invisible y me acabo de quitar más de diez años de encima. Qué bueno que una canción pueda devolverte a los años sin problemas ni preocupaciones. Cuando tu mayor duda era si optar por la mini o los vaqueros para el sábado noche. No como ahora, que las cartucheras reducen las opciones a una: mejor chándal y anchito que no se note que los anticelulíticos son una gran mentira.
En fin, gracias Ojeda por mantener mis sueños de SuperPop mínimamente vivos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario