viernes, 30 de mayo de 2008

Ellos las prefieren castas


"Golfa sí, puta no, porque las putas cobran". Esa fue la respuesta de una amiga a un personaje que la acusó de ser algo ligera de cascos. Nueve palabras para resumir toda una filosofía de la vida y un ejercicio de sinceridad que, al menos, a mí me parece digna de reseñar en cualquier agenda de citas.

Porque ¿alguien lo duda? La que es golfa lo es y no engaña a nadie, pero eso no hay quien lo acepte en esta sociedad tan hipócrita como tradicional. Aquí nos reímos de "Sex in the city", siempre que no sea nuestra novia la que haga de Samantha, porque eso de la promiscuidad no le gusta a Rouco ni a mi vecino del quinto. Al primero ya le salió la sobrina díscola en Interviú y al segundo hace años que su mujer le pone los cuernos pero él prefiere no hablar del asunto.

A ellos, está demostrado, le gustan puras y castas. Las golfas son para un ratito, para una noche de copas o dos o tres, pero no para levantarse con ellas.

La golfa les hace reír, la casta los convierte en hombres serios hechos y derechos

La golfa los pone cachondos, la casta los pone más derechos que una vela, listos para comerse el mundo

La golfa es una compañera, la casta una segunda madre porque ellos, en el fondo, siguen necesitando quien les dé seguridad y aguante.




1 comentario:

Carmen Soriano dijo...

no habría golfas sin cabos que penetrasen en el mar.

buen blog y mejores historias!